-Diego de la Vega en mi despacho una vez más, porque... -dijo, comprobando la placa de su puerta.- Éste sigue siendo mi despacho, ¿verdad?
-A juzgar por el tiempo que pasas aquí, no.
-A ver, a ver -vuelve a mirar la placa.- ¿Pone aquí Diego de la Vega, el funébre embargador? ¡Oh, no! ¡Vaya sorpresa! Pone "Álvaro Aguilar". Lo que quiere decir... -dijo, elevando su tono de voz de repente.- ¡Diego, levanta tu enlutado culo de mi silla! ¡Ahora!
-Alvarito, Alvarito, por tu modo de hablar se diría que eres el director de esta empresa... Y te recuerdo que eso es ahora tarea de tu chacha.
-Me he propuesto ser amable contigo, Diego, así que... Por favor, levántate y lárgate a deprimir a otro.
-He venido a proponerte algo.
-Nada de lo que tú me propongas puede interesarme.
-¿Qué te pasa? No sabes pensar solito, sin la buena de Beatriz a tu lado.
-Diego, por favor, déjame trabajar.
-¿Echas de menos a la mejor parte de ti?
-Por primera vez en tu vida, voy a darte la razón en algo. Beatriz era lo mejor de mi vida.
En ese momento, entra Sonsoles en el despacho.
-Álvaro... -se interrumpió al ver a Diego.
-¡Y ahora la chacha! -gritó Diego, como si fuese el presentador de un circo de tres pistas.
-Señora Directora Chacha, Dieguito, y cuidado no juegues conmigo, neng, que a mala leche no me ganas ni soñando.
-¡Uy, qué miedo! -se burló Diego.- Cuando yo lleve esta empresa...
-¡Mira que es cansino el tío, eh! -le dijo Sonsoles a Álvaro.- Tol día deambulando por Bulevar como un espíritu errante, uno maligno, claro está con su -pone voz grave e imita a Frankenstein con los brazos estirados- "Te vooooooy a embargaaaaaaaaaar, no impoooorta lo que me cuesteeeeeeee. Yo dirigiré Bulevaaaaaaar"
A Álvaro le da la risa, no sólo por ver a Sonsoles, sino por la cara de Diego.
-Cambia el repertorio, hijo, que es que está mu visto ya. ¡¡Fíjate que yo te imagino con camisa de esa de cuellos enormes y cantándote algo de los Chichos, mira tú que puntos me dan a mí.
-Ríete, Sonsoles, ahora que puedes... -amenazó Diego.
-Mira, Diego, hijo, desengomínate y canta conmigo: "Porque todo lo que embargas tú/ Son ilusiones/ No Bulevar/ Son ilusiones/Vete de aquí/Son ilusioneeeeeees -le canta, palmea y baila Sonsoles.
-¡Panda de payasos descerebrados! -exclama Diego furioso y se va dando un portazo.
-¡¡Anda, tira y no se te olvide cerrar al salir!!! -Sonsoles se ríe a carcajada limpia.
Aún ríe cuando se sienta frente a Álvaro.
-¿No crees que te has pasado un poco con él?
-¿Con Diego? ¡¡¡¡Jamás!!!! Es que le veo esa cara de avinagrao y ese pelo to tieso y es... como un acto reflejo. Tengo que cabrearlo. Va tan justito de sentido del humoooor...
-¿Y tú viniste para....?
-¡Uy, pos no que se maolvidao! -exclama Sonsoles.- ¡Ah, sí! ¿Sabemos algo de la parejita?
-No, de momento, no... -dijo Álvaro con una sonrisa.- Pero sabremos.
-Y tú, ¿por qué estás tan sonriente y tan misterioso si hasta ayer andabas por los rincones llorando por haber perdido al amor de tu vida?
-Lo descubrirás, Sonsoles, y antes de lo que imaginas.
-¡Los hombres sois mu raros! ¡Y en Bulevar más!
Por primera vez desde la marcha de Bea, Álvaro pudo dormir tranquilo. Estaba en el camino, había dado el primer paso. Iba a recuperar a Bea.
Días más tarde, las chicas estaban en la cafetería de Bulevar desayunando y poniéndose al tanto de la prensa rosa.
-Chicas, ya hemos releído eso una y otra vez -propuso Jimena.- ¿Por qué no vemos el catálogo de bañadores de Century Men?
-¡Ay, nena, es que tienes ese catálogo mu sobao! -se quejó Elena.- ¡Fíjate si es así, que al maromo de la portada se lan borrao los pelillos del sobaco!
-Pero, ¿qué dices, Elena? Los hombres del siglo XXI vienen con el depilao de serie -la corrigió Chusa.
-Y, hablando de hombres del siglo XXI -siguió Elena.- Niñas, tal vez podríamos echarle una manilla a Álvaro con lo de Bea. Es que me da una lastimica el pobre.
-¡Ay, sí! -suspiró Jimena, poniendo cara de boba.- Se le veía tan mono, ahí con sus sentimientos y sus cositas por Bea...
-No creo que la necesite, chicas -dijo Benito.- Mirad el editorial del nuevo número de Bulevar.
Todas le arrancaron prácticamente la revista de las manos y gritaron a coro:
-¡¡¡Es Bea!!!
-Pues, cuando leais,... -dijo Benito, con las lágrimas saltadas, levantándose.- Chicas, me voy al baño que no quiero que me veáis así.
Al otro lado de Madrid, en una cafetería de una céntrica plaza, Gonzalo también desayunaba acompañado de Bea, que se había acercado a comprar la prensa financiera. Junto a los periódicos de rigor como Cinco Días o Mi cartera de inversión encontró el nuevo número de Bulevar.
En la portada estaba la nueva sensación francesa, mujer de verdad y nuevo fichaje en exclusiva de Bulevar: Dedette Dusson.
Últimamente, Bulevar no utilizaba a modelos en sus portadas, sino a mujeres de bandera y Dedette era toda una pionera. Se había convertido en la nueva Road Manager de la Gira "Papito" de Miguel Bosé.
Al mirar más detenidamente la portada, observó que en una esquina, casi escondida, aparecía su foto. Y bajo ella, el siguiente titular: "Especial Editorial: Se respira amor en Bulevar".
Pagó las revistas y los periodicos y caminó hasta la mesa donde Gonzalo la esperaba. Buscó el editorial. Página 3. Vio su foto a todo color y entonces comenzó a leer.
Para cuando llegó a la mesa, ya estaba completamente absorta. Gonzalo le hablaba y no acertaba a articular palabra.
Eran sus palabras, las de Álvaro. No sólo se había admitido a sí mismo lo que sentía por ella, sino que lo compartía con los millones de lectores de Bulevar.
Ella había deseado tanto que llegase ese momento, que él dejase de esconder su amor por ella, y elegía precisamente ese instante para hacerlo...
martes, 19 de junio de 2007
Capitulo 11: Se publica el editorial
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario